El caldo de huesos tiene una larga historia de uso medicinal. Es conocido por ser cálido, relajante y nutritivo para el cuerpo, mente y alma.
Las enfermedades que se escuchan de manera más frecuente en la actualidad parecen tener sus raíces en una mezcla desequilibrada de microorganismos en el sistema digestivo, debido a una alimentación rica en azúcares y muy baja en grasas saludables y bacterias benéficas. Los problemas digestivos y articulares en particular, pueden tratarse exitosamente utilizando caldo de huesos.
Los beneficios son muchos, ayuda a tratar el intestino permeable, el colágeno encontrado en el caldo de huesos actúa como un tipo de bálsamo calmante para curar y sellar el revestimiento intestinal, también es un remedio básico para las enfermedades agudas como la gripe y el resfriado, además proporciona: Calcio, fósforo y otros minerales. Silicio y otros oligoelementos. Glucosamina y sulfato de condroitina. Con ellos ayuda a: reducir el dolor articular y la inflamación, inhibir infecciones causadas por los virus de la gripe y resfriado, entre otros, combatir la inflamación, ayudar a tener huesos fuertes y saludables, promover el crecimiento saludable del cabello y de las uñas, (esto gracias a la gelatina en el caldo).