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¿Qué carrera de montaña elegir? El criterio es similar al que deberías tener para elegir una de asfalto: divertirte al máximo. Una pista: las carreras de montaña son mucho más divertidas que las de asfalto, así que prueba un día. Como consejo, empieza con carreras cortas (10 kilómetros es una buena medida de prueba) antes que pasarse a algo más largo, que probablemente te resulte más pesado y menos divertido. Ya habrá tiempo de progresar. Entrenar por montaña es totalmente diferente en cuanto a ritmos a entrenar en asfalto. Si llevas un GPS, olvídate de comprobar a qué velocidad vas, ya que el terreno no es uniforme y es difícil desplazarse tan rápido. En su lugar, piensa que cada paso es diferente y estás mejorando tu potencia y fortaleciendo tus articulaciones, lo que te hará “volar” en el asfalto.
El principal consejo es ese. Si vas a salir a correr por montaña, alejado de la “civilización” y en terreno técnico, es mejor ir acompañado por si las cosas se tuercen. Si no tienes más remedio que ir solo, avisa a alguien de la ruta que vas a seguir y llévate un móvil. Es mejor prevenir que curar, ya lo sabes. ¡Y del paisaje se disfruta mejor en compañía!