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El ejercicio incrementa la circulación, lo que permite que tanto el bebé como la mamá se oxigenan mejor, pero hay que tener en claro que la maternidad es una condición especial que afecta la respuesta y tolerancia del cuerpo a la actividad física, por lo que no se trata de hacer las mismas rutinas de antes como si no pasara nada. Para ejercitarse durante el embarazo hay que tomar en cuentas varias cosas; por ejemplo, no se recomienda iniciar un nuevo deporte al que el cuerpo no esté acostumbrado y hacer Ejercicios Hipopresivos Postparto asesorados por un profesional.
En cuanto a las mujeres sedentarias o que sólo practican ejercicio físico de manera ocasional, el embarazo no es precisamente el momento más adecuado para fomentar nuevas prácticas deportivas. En ese caso, lo que se aconseja es incorporar un programa específico de preparación para el parto. Recuerde que su bebé es parte de usted, y así como el ejercicio puede beneficiarlo, también puede afectarlo. Si llegar a faltarle el aire, deberá detenerse inmediatamente en el entendido de que el bebé estará sintiendo lo mismo. También debe estar pendiente de que su temperatura en la axila no sobrepase los 38 grados centígrados.