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Hoy en día la obesidad representa un problema que pone al mundo de cabeza. Por una parte, millones de personas mueren debido a complicaciones propias de la enfermedad, mientras que otra parte de la población sufre desnutrición. Parte del problema se atribuye al estilo de vida moderno, que lejos de proporcionarnos una mejor salud nos ha llevado al límite de nuestra resistencia metabólica. Recordemos que aún seguimos conservando las características de nuestros antepasados y nuestro cuerpo reclama un cambio de alimentación, actividad física y estilo de vida diferente.
La medición de Indice de masa corporal (IMC) en una persona se utiliza como indicador para saber si está en un peso adecuado, aunque en la actualidad se toman otro factores como complemento para tener un grado de precisión mayor, aún así es muy útil en la gran mayoría de los casos para hacer un diagnóstico rápido. El aumento del IMC se torna peligrosa cuando existe acumulación principalmente de grasa corporal, especialmente la que se sitúa en el abdomen, debido a que el exceso de ésta es causa causante de diferentes complicaciones metabólicas.