El ser humano dependiendo sus necesidades y posibilidades desde el origen de los tiempo ha aplicado estimulos al cuerpo y la mente para mejorar su salud. El ser humano cuenta con una estructura biológica en el cerebro elemental para el cuerpo humano y por lo tanto surge la necesidad de tranquilizar alma y mente. De ahí que todas las civilizaciones lleguen a elaborar abstracciones intelectuales en el terreno de la medicina alternativa, tal es el caso del reiki y el temazcalli.
El primero es una técnica japonesa para reducir el estrés y la relajación que también promueve la curación. Se administra "imponiendo las manos" y se basa en la idea de que una "energía vital" invisible fluye a través de nosotros y es lo que nos hace estar vivos. Si la "energía de la fuerza vital" de uno es baja, entonces tenemos más probabilidades de enfermarnos o sentir estrés, y si es alta, somos más capaces de ser felices y saludables. La palabra Reiki se compone de dos palabras japonesas: Rei, que significa "Sabiduría de Dios o Poder Superior" y Ki, que es "energía vital". Así que Reiki es en realidad "energía de fuerza vital guiada espiritualmente". Uno de estos tratamientos se siente como un maravilloso resplandor brillante que fluye a tu alrededor. Reiki trata a toda la persona, incluido el cuerpo, las emociones, la mente y el espíritu, creando muchos efectos beneficiosos que incluyen relajación y sentimientos de paz, seguridad y bienestar. Muchos tienen reportes con resultados milagrosos.
El temazcalli era usado por los antiguos mexicanos y era más que un baño de vapor, es un procedimiento curativo que forma parte de un tradición completa respecto a la costumbre de cuidar, estimular y disfrutar el cuerpo, que hoy en día se sigue practicando en las comunidades naturales de México. Primero está la necesidad fisiológica de estimular el cuerpo con el vapor del agua caliente, para acelerar la circulación sanguínea, dilatar los vasos e incrementar el metabolismo celular, inducir la secreción de hormonas, neurotransmisores, prostaglandinas y endorfinas, y después de producida la completa respuesta biológico viene la elaboración del pensamiento, que convierte esta necesidad en una costumbres, engalanándola con el ritual, para finalmente, desencadenar ese comportamiento lúdico llamado mito.
