Sáciate, no debes pasar hambre. Es importante levantarte de la mesa con la sensación de estar saciado, pero no tanto como para que no puedas moverte bien. Para conseguirlo ingiere comida rica en fibra como las verduras, legumbres y alimentos integrales, que llenan tu estómago durante horas y retrasan la aparición del hambre y te mantente ágil de mente.
Libre tu dieta, muchas de las personas que sufren ataques compulsivos de comida, llevan toda su vida siguiendo una dieta aburrida y monótona que no les deja más opción que la lechuga y filete a la plancha en cada comida y aún así engordan. Una dieta más variada y equilibrada, que incluya todo tipo de alimento sanos y naturales que permitan un pequeño capricho cada día, evita la comidas descontroladas y el efecto "yo-yo" de aumento de peso, que suele ocurrir la abandonar las dietas estrictas.