No te laves el pelo después de limpiarte la cara, mejor hazlo al revés. La mayoría de los shampoos y acondicionadores que utilizamos en nuestro día a día contienen sulfatos o detergentes muy abrasivos que irritan la piel del cuero cabelludo y del rostro, asimismo, promueven a la aparición del acné. Así que es mejor meterte a bañar, lavarte el cabello y yna vez que hayas salido de la regadera y tu cara esté seca, debes limpiarla debidamente. De esta manera tus grasas naturales protegerán el manto ácido de las sustancias de los productos para el pelo.