A lo largo de la historia, el ser humano primero, fue nómada para buscar su sustento y posteriormente, se convirtió en sedentario para cultivar su propio alimento. Pero la comida no solo funge como gasolina para el cuerpo, también tiene una representación cultural.
La comida posee un significado especial: une a las personas, a la familia y a los amigos. En nuestro cerebero genera una sensación placentera, nos hace sentir contentos y traernos recuerdos. Ante tal relevancia, la comida se convierte en objeto para los estados psicológicos del individuo y crea trastornos reconocidos como enfermedades desde 1870.