Este pequeño dispositivo, similar a un marcapasos cardíaco, contiene una batería y componentes electrónicos, que se implanta normalmente bajo la piel en el tórax, debajo de la clavícula del abdomen. El denominado a veces "marcapasos del cerebro", genera los impulsos eléctricos necesarios para su estimulación.
Funciona enviando impulsos eléctricos hasta las áreas deseadas del cerebro. Esta estimulación bloquea las señales que causan los síntomas motores incapacitantes de la enfermedad de Parkinson. Puede ajustarse de forma no invasiva para aumentar al máximo los beneficios de la terapia. Como resultado, muchas personas logran tener un mayor control sobre los movimientos de su cuerpo.