Son ácidos grasos poliinsaturados esenciales que debemos administrar al organismo exógenamente, o sea que provienen de la dieta, ya que no somos capaces de producirlos. Dentro de estos ácidos grasos está el DHA, que ayuda a mantener la salud cerebral. Estos ácidos forman parte de las membranas de las células cerebrales, por lo tanto son importantes para evitar el deterioro celular.
El DHA lo podemos encontrar en los siguientes alimentos: salmón, sardina, trucha, arenque y mariscos. Los frutos secos y oleaginosas no contienen DHA, sino que ácido linolénico, el cual al introducirse al cuerpo humano por ayuda de enzimas, puede convertirse en DHA.