Existen estudios que evidencia ue una alimentación que contiene ácidos grasos poliinsaturados, betacarotenos y antioxidantes ayudan a prevenir éstas y otras enfermedades. Un ejemplo es la dieta mediterránea, la cual incluye frutas, verduras, aceite de oliva y pescados grasos, que junto con actividad física y una vida sin estrés, ayuda a prevenir el deterior cognitivo y la demencia.
El efecto que tiene este tipo de dietas es que otorgan un efecto neuroprotector por su efecto anti inflamatorio y por disminuir el efecto oxidativo a nivel neuronal. Seguir un estilo de vida saludable como la mencionada, ayuda a prevenir enfermedades de demencia. Más aún no está comprobado si ya teniendo la patología avanzada ayude a frenar su desarrollo.
