Los jóvenes con poca confianza en sí mismos son menos aptos para participar en actividades con sus compañeros y a formar amistades con ellos. Esto los aísla todavía más e impide que desarrollen una mejor imagen de ellos. Asimismo, una vez que entablan amistades son más vulnerables a la presión negativa de los amigos.
Algunos adolescentes que no tienen confianza en sí mismos dejan de participar en clase, otros en cambio actúan escandalosamente para llamar la atención. En su peor manifestación, se relacionan con comportamientos auto destructivos y malos hábitos como fumar, beber alcohol e ingerir drogas.