Desde 1948 se adoptó el derecho a la salud por la ONU en París, Francia, plasmado en el artículo 25 de la declaración universal de los Derechos Humanos: "Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que te asegure, así como a su familia, la salud, el bienestar y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica". Lograr ese derecho significa que las personas de todo el mundo deben tener acceso a los servicios de salud, cuándo y dónde los necesiten. Esto se traduce en que nadie debería enfermar o morir por ser pobre o por falta de acceso a servicios de salud.
