La prevención de la hipertensión arterial puede realizarse desde edades tempranas, siendo el ejercicio la forma más efectiva, unida a una alimentación balanceada, es decir, dentro de un estilo de vida saludable, ya que influyen sobre los tres elementos que intervienen en el desarrollo de la enfermedad: La frecuencia cardíaca, la viscosidad sanguínea y la elasticidad arterial.
Actualmente, un paciente hipertenso independientemente de la medicación, se le recomienda como higiénico - dietético, la reducción del peso corporal; la restricción del sodio dietético, la ingesta de suplemento de potasio, calcio y magnesio; la eliminación del tabaco, el alcohol y por supuesto las drogas; el uso de técnicas de relajación y el ejercicio físico. Todas ellas son medidas no farmacológicas muy útiles y económicas, las cuales mejoran la calidad de vida y la salud del paciente hipertenso. Con el ejercicio eliminas uno de los factores principales de riesgo cardiovascular, que es el sedentarismo y al mismo tiempo coadyuvará a perder peso; así como a estabilizar la glucosa, colesterol y los triglicéridos, mejorará su humor, reducirá su ansiedad y depresión.
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