Cuando tu cena es poca en cantidades de inmediato compensas los excesos del día de una manera muy saludable. Cenar ligero no es sinónimo de cenar poco ni mal, sino todo lo contrario, puede ser una buena aliada para incluir en nuestra dieta todos los nutrientes esenciales y compensar los excesos que podamos haber cometido durante el día en nuestras comidas. Cenas ligeras y nutritivas apostando por los alimentos naturales, como el pescado, las frutas y verduras o las ensaladas, combinación de nutrientes, tu cuerpo te lo agradecerá.
Las sopas y las cremas frías son un entrante ideal para tu última comida del día. Platos preparados a bases de verduras y hortalizas frescas, los cuales además se pueden preparar a lo largo del día y dejar enfriando en la nevera listos para servir. Por ejemplo puedes realizar una sopa de tomate, tal es una fuente extraordinaria de antioxidantes y una combinación de apio y manzana, además de que tiene propiedades diuréticas.