Un vino después de tus alimentos podría acompañar el postre como los helados o un pastel frío que lleves a la mesa, como un helado de vainilla o a base de frutas cítricas que va muy bien con algún vino de postres como los Tokajio sauternes; mientras que a los helados de chocolate, napolitanos o de fresa y otras frutas rojas, los oportos resultan una mejor compañía. Sin embargo, platillos comunes de la cocina como ensaldas, mariscos, cocteles y carnes blancas son ideales para experimentar con botellas frescas de vinos rosados o blanco. Recuerda finalmente que las nieves de leche son ideales también para servir como base de una copa de frutas, o sobre un pastel tibio de chocolate para el postre.