Esta actividad la puede practicar cualquier persona, ya que los ejercicios se hacen en piscinas poco profundas, dónde el agua suele llegar a la altura del pectoral. No es necesario saber nadar y, a menudo, ni siquiera hace falta mojarse la cabeza. La presión permite adaptar el esfuerzo a cada uno, según la velocidad, la fuerza y la superficie del agua desplazada. En sus inicios esta actividad era utilizada para rehabilitación, hoy en día aparte de rehabilitar lesiones permite atacar la obesidad aunque algunas veces ya no es suficiente y es necesario una cirugia bariatrica 100% segura.
Éstas son algunas características del Aquagym:
- Suele practicarse en piscinas, aunque también es posible llevarlas a cabo en un lago o el mar.
- Estás siempre bajo la batuta de monitores especializados.
- Los grupos son de 10 a 15 personas.
- Una sesión dura entre 30 y 45 minutos.
- Dos sesiones semanales es un promedio normal para mantener buen tono físico.
- A veces se usan accesorios (aletas, flotadores, planchas) para elevar la dificultad y el ritmo de los ejercicios.
- Recuerda que, antes de meterte en el agua, es aconsejable dejar pasar al menos 3 horas tras una comida.
- Notarás que la resistencia natural del agua permite graduar el esfuerzo y controlar el movimiento.