Entre los animales, la obesidad se debe, sobre todo, a causas físicas: Exceso de alimentos ingeridos, disminución de actividades motoras, defectos metabólicos, defectos genéticos o inducidos que predisponen a la acumulacipon de lípidos o grasas.
Entre los humanos, los expertos reconocen que la diferencia está en las causas psíquicas y en las costumbres. Ponen enfásis en la dificultad tanto de aminorar la compulsión firmemente arraigada de ingerir mas calorías de las necesarias como de corregir los malos hábitos alimenticios. En situaciones extremas, la obesidad humana se debe a anormalidades en el funcionamiento de la hipófisis y la tiroides.